Como su nombre indica, una certificación ecológica es "sólo" un certificado que se puede comprar. Como usted mismo puede comprobar a menudo, el mercado o una marca suelen ofrecer el mismo producto 1:1 como "ecológico" y como "no ecológico". Por supuesto, el cliente paga un precio más alto por el producto "ecológico", porque los "costes" tienen que trasladarse al precio. A menudo, una materia prima convencional es al menos tan buena como un producto ecológico. Además, un laboratorio independiente comprueba la pureza de nuestras materias primas para garantizar el mejor nivel de calidad posible.