una joven pareja practica senderismo para mejorar su forma física

7 hábitos que facilitan mantenerse en forma

¿Quién no quiere tener un cuerpo sano y en forma? Una rutina de ejercicio regular puede ayudarle a conseguir este objetivo. Pero a menudo parece que hay que pasarse horas en el gimnasio para conseguirlo. Pero no es necesario. En este artículo te presentamos 7 hábitos que puedes integrar fácilmente en tu vida diaria para mantenerte en forma y sano. Tanto si eres un vago del deporte como un entusiasta del fitness, estos consejos son aptos para todo el mundo y pueden ayudarte a poner tu cuerpo en plena forma.

Activo y en forma: por qué la forma física te hace la vida más fácil

Claro que su forma física se beneficiará de una mayor actividad física, pero ¿sabía que su rendimiento cognitivo también puede mejorar con el ejercicio regular? Y eso no es todo. Incluso con pequeños hábitos de ejercicio físico en tu vida diaria, puedes marcar una gran diferencia:

  • Reducir el estrés,
  • Refuerza tu autoestima,
  • Apoye su salud mental.

Y el medio ambiente también se alegrará si, por ejemplo, vas en bici en vez de utilizar el coche en el día a día: así te mantienes sano a ti y al planeta.

Pon en forma tu vida cotidiana: así puedes establecer fácilmente hábitos saludables

Un estilo de vida saludable no siempre tiene por qué significar pasarse horas en el gimnasio todos los días o seguir estrictos planes de dieta. A veces bastan pequeños pero constantes cambios en la vida cotidiana para mantenerse en forma y vivir de forma más saludable. Con los siguientes hábitos sencillos que se adaptan a la vida cotidiana, puede empezar a mejorar su salud hoy mismo.

Aprovecha los momentos cotidianos para realizar miniejercicios creativos

A veces es difícil superar el obstáculo interior o simplemente no tienes tiempo para un entrenamiento exhaustivo. Pero no te preocupes, ¡hay otras formas de mantenerse en forma en la vida cotidiana! Con estos creativos miniejercicios, puedes mantenerte en movimiento durante todo el día:

  • Levántate más a menudo: Si pasas la mayor parte del día en tu escritorio, es importante que te levantes y te muevas con regularidad. Por ejemplo, de camino al trabajo: basta con pararse en el transporte público. Esto favorece la circulación sanguínea, estimula la circulación, fortalece los músculos y quema calorías.
  • Dé unos pasos más: aproveche cualquier oportunidad, por pequeña que sea, para integrar el movimiento en su vida cotidiana. Por ejemplo, bájate del autobús una parada antes y camina el resto del trayecto, o busca la plaza de aparcamiento más alejada de la entrada cuando vayas de compras.
  • Conviértete en un demonio de la limpieza: También puedes mantenerte en forma en el hogar. Pasar la aspiradora, tender la colada o limpiar utilizan muchos músculos y queman calorías.
  • Sube por las escaleras: Nunca se oye lo suficiente: sube por las escaleras en lugar de coger el ascensor a partir de ahora. Así pondrás en marcha tu sistema cardiovascular y tendrás un trasero firme en la cima. 

Con estos pequeños pero constantes estímulos de entrenamiento puedes mejorar tu salud y mantenerte en forma. Pruébalo y descubre qué minientrenamientos encajan mejor en tu rutina diaria.

Cada paso cuenta: Combina tus tareas pendientes con pequeñas unidades de fitness

También puede ayudarle integrar la actividad física en sus tareas diarias y convertir esta conexión en un hábito. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo puedes incorporar el ejercicio a tus tareas diarias:

  • Mini entrenamientos/ejercicios mientras ves Netflix
  • Tensa las nalgas y suéltalas mientras esperas en la caja del supermercado
  • Sentadillas mientras te lavas los dientes o esperas en la máquina de café
  • Caminar durante reuniones o llamadas telefónicas
  • Aplica la técnica Pomodoro mientras trabajas y aprovecha los 5 minutos de descanso para una pequeña sesión de estiramientos.
  • Queda con tus amigos para dar un paseo en lugar de tomar un café - o combina ambos con un café para llevar 

Incluso estos pequeños hábitos te llevarán paso a paso al éxito y cambiarán notablemente tu forma física.

Celebra una fiesta del fitness: convierte la música en un entrenamiento

¿Eres de los que no pueden mantener las piernas quietas cuando oyen una buena canción? Bien por ti. Escuchar música no sólo es un placer para los oídos, sino también un auténtico potenciador de la forma física. Así que a partir de ahora, cada vez que te sientas estresado o cansado, tómate un pequeño descanso para bailar. Te levantará el ánimo y quemarás calorías al mismo tiempo. Esta rutina de buen humor también funciona de maravilla a la hora de limpiar u ordenar. Pon la música a todo volumen, baila por toda la casa y no sólo acabarás las tareas domésticas en un santiamén, sino también tu rutina diaria de fitness.

Más agua = más forma física: sustituye el mayor número posible de bebidas por agua

No sólo el ejercicio pone el cuerpo en movimiento: la ingesta diaria de líquidos también desempeña un papel importante. Imagínate que pudieras mejorar tu forma física con un simple cambio en tus hábitos de bebida: esto es posible sustituyendo el mayor número posible de bebidas por agua. Las bebidas azucaradas como los refrescos de cola, las bebidas energéticas o incluso las bebidas alcohólicas suelen contener mucho azúcar y calorías, lo que hace que inconscientemente consumas más calorías de las que realmente necesitas. En cambio, el agua es un auténtico todoterreno: quita la sed, regula la temperatura corporal y favorece muchas funciones físicas y mentales, todo ello sin calorías.

Combina tus aficiones con intervalos cortos de actividad

¿Está cansado de hacer siempre los mismos entrenamientos? Entonces puede que haya llegado el momento de combinar tus aficiones e intereses con la actividad física. Hay innumerables formas de convertir cualquier afición en un entrenamiento y divertirse al mismo tiempo:

  • La jardinería es una forma estupenda de poner el cuerpo en movimiento. Trasplantar, regar y cuidar las plantas requiere mucho trabajo de brazos y fuerza en la parte superior del cuerpo. Si no tienes jardín, puedes montar un pequeño huerto de interior e integrar tu afición verde en tu entrenamiento diario.
  • La fotografía también es un gran pasatiempo para mantenerse físicamente activo. Aprovecha la fotografía para dar un paseo por la naturaleza o por la ciudad. 
  • Lo mismo ocurre con la afición a la lectura: Utiliza audiolibros y sal a pasear mientras los escuchas. Así, además de disfrutar de tu afición, pondrás en marcha tus piernas y tu sistema cardiovascular.
  • Incluso el juego puede aprovecharse para mantenerse en movimiento. Levántate varias veces y muévete mientras juegas. También puedes utilizar los juegos de la Wii para activar tu cuerpo.

En general, es importante integrar la actividad física en la rutina diaria de forma que resulte divertida y te mantenga activo. Tu afición favorita es la mejor opción.

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